- Uno de los hitos de la administración Abinader ha sido la ampliación de la cobertura del Seguro Nacional de Salud (Senasa), beneficiando a millones de dominicanos.
- El sistema de pensiones enfrenta problemas de sostenibilidad, equidad y la necesidad de ajustes para adaptarse a las nuevas realidades económicas y sociales del país.
- “En el centro de la discusión de una posible reforma a la Ley No. 87-01, debe estar una protección eficaz durante la vejez a todos los dominicanos, independientemente de si han aportado o no han aportado a este sistema”, apunta un experto.
Categoría: Salud y Seguridad Social
Tema: Sistema de seguridad social
Autora: Yadimir Crespo
El presidente Luis Abinader ha mostrado un fuerte compromiso con la mejora del sistema de salud en la República Dominicana, logrando algunos avances significativos en áreas críticas durante estos cuatro años de su primer mandato.
Uno de los principales hitos en este sentido ha sido el incremento significativo del número de afiliados desde el año 2020, incluyendo a sectores vulnerables que antes no tenían acceso a servicios de salud.
Según cifras oficiales, más de dos millones de personas fueron incorporadas al Senasa, lo que ha contribuido a mejorar el acceso a la atención médica para una gran parte de la población.
Otros esfuerzos significativos han sido el aumento a RD $2,090,000 por eventos por año para los pacientes de enfermedades oncohematológicas y el aumento de cuatro mil a ocho mil pesos en la cobertura de medicamentos ambulatorios para todos los afiliados al sistema.
En la lista se enumera además la inclusión de la reconstrucción mamaria de pacientes que tenían o tienen cáncer de mama y se sometieron a una mastectomía o, en el caso de los pacientes renales, la cobertura integral para el trasplante renal, no solamente del paciente, sino también del donante. Cambios que, según miembros de la Coalición Dominicana de ONG por la Defensa de la Salud (CODODSALUD), representaron un alivio para estos pacientes.
Reformas a la seguridad social dominicana
No obstante, la reforma integral del sistema de pensiones, que actualmente enfrenta problemas de sostenibilidad, equidad y la necesidad de ajustes para adaptarse a las nuevas realidades económicas y sociales del país, aún es tarea pendiente, incluida en las demandas de Polétika RD.
Desde su llegada al gobierno, el primer mandatario ha propuesto en reiteradas ocasiones un “pacto social” que incluirá “la necesaria reforma fiscal integral, así como las mejoras de las condiciones laborales y de seguridad social de todo el pueblo dominicano”.
El doctor Pedro Luis Castellanos, quien se desempeñó como superintendente de Salud y Riesgo Laborales entre 2015 y 2021, considera que “la principal demanda social es la actualización y revisión del sistema de pensiones, para que incluya un nivel básico como derecho para toda la ciudadanía, eliminar los privilegios y desigualdades en las pensiones que otorga el Estado, y garantizar mejores pensiones que las que se esperan para quienes han cotizado”.
En cambio, Edward Sánchez, gerente general del Consejo Nacional de la Seguridad Social, manifestó a mediados de julio que para que los dominicanos gocen de un buen sistema de seguridad social primero el Estado debe garantizar mejores beneficios y coberturas en el Seguro Familiar de Salud (SFS), mejores tasas de reemplazos en pensiones, así como solidificar la gobernanza del sistema y aumentar su institucionalidad.
A pesar de varios intentos, la reforma no ha avanzado lo suficiente. Las negociaciones con los sectores involucrados han sido complejas, y la falta de consenso retrasó la implementación de cambios estructurales necesarios para garantizar pensiones dignas a los trabajadores.
Para el economista Juan Manuel Pérez, asesor de proyectos especiales de la Superintendencia de Pensiones (SIPEN), parte de las cosas que deberían estar en el centro de la discusión de una posible reforma a la Ley No. 87-01 que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), en materia de pensiones, tiene que ser cómo garantizar una protección eficaz durante la vejez a todos los dominicanos, independientemente de si han aportado o no han aportado a este sistema.
Y agrega: «la Superintendencia de Pensiones en esta coyuntura no va a estar emitiendo propuestas por sí sola; o sea, lo que va a hacer la Superintendencia es evaluar, desde el punto de vista técnico, financiero, legal y también actuarial, todas las propuestas que los sectores, los legisladores y los grupos de interés vayan a remitir para el estudio y eso lo haremos de la mano de un modelo actuarial en pensiones que se ha podido construir con la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”.
De acuerdo a Pérez, esto les garantizará ver la pertinencia, la viabilidad y la sostenibilidad, de cualquier propuesta que se haga sobre pensiones, las cuales deben ser pensadas a largo plazo, ya que “no podemos pensar en las necesidades presentes, sino que tenemos que garantizar que ese sistema dé respuesta a las generaciones de dominicanos trabajadores de ahora, pero también de los próximos años”.
Además, estos planes permitirán el acceso a los recursos acumulados en la cuenta de retiro complementaria para circunstancias excepcionales como para una primera vivienda, para el pago de estudios superiores (tanto en el territorio nacional como en el extranjero) y también para enfermedades de alto costo.
“En cuestión de semanas, los dominicanos (tanto residentes aquí como en el exterior) podrán utilizar este mecanismo para poder generar un ahorro que complemente su pensión”, añadió el economista especializado en el análisis de datos, quien también mencionó a las pensiones por consumo como una innovación que proyectan integrar al sistema.
Por otro lado, desde la SIPEN, durante estos cuatro años han desarrollado estrategias de comunicación y campañas educativas sobre el sistema de pensiones dominicano, así como también la emisión de la normativa que permitió que el país cuente con planes complementarios en pensiones, los cuales “son una respuesta de la Superintendencia de Pensiones ante otra de las debilidades o desafíos que tienen nuestros sistemas: la incorporación de los trabajadores independientes o informales”.
Retos pendientes
Otros de los retos que el presidente Luis Abinader deja pendiente es la disminución del gasto de bolsillo y el fortalecimiento del sistema de riesgos laborales.
Aunque se efectuaron algunas mejoras en la normativa, muchos trabajadores siguen enfrentando condiciones laborales precarias y falta de protección adecuada en caso de accidentes o enfermedades laborales. La cobertura y la eficiencia en la prestación de estos servicios aún son insuficientes para cumplir con las expectativas de los trabajadores.
Asimismo, el Estado debe buscar alternativas para avanzar en la implementación del régimen subsidiado, tras la sentencia del Tribunal Constitucional que pausó la creación del Plan Piloto para incluir trabajadores domésticos al Sistema Dominicano de Seguridad Social.
Estadísticas
Hasta mediados de 2024, el SDSS contaba con 5,792,996 afiliados al Seguro Familiar de Salud en el Régimen Subsidiado y 4,636,033 al Régimen Contributivo, para un total de 10,429,029 afiliados, según Edward Guzmán, gerente general del CNSS.
Por otro lado, hasta el cierre del primer semestre del 2024, el gobierno ha otorgado 124 mil 181 pensiones en sus diferentes modalidades, según el subdirector de la Dirección de Jubilaciones y Pensiones a Cargo del Estado, licenciado Felix Joel Almonte.
Esto representa un incremento de 4.5 veces más que en gestiones pasadas, y con el mismo presupuesto administrativo. Indicó que de estas, 55,056 corresponden a pensiones solidarias, amparadas en la Ley 87-01 de Seguridad Social.
La SIPEN recoge en su portal web que al 31 de marzo de 2023, existían 4.8 millones de afiliados y 2.1 millones de cotizantes activos en las administradoras de fondos de pensiones, con un patrimonio acumulado de 1.09 billones (20% del PIB).
Sin embargo, según Juan Manuel Pérez, el país tiene afiliado al sistema solamente el 43-44% de la población económicamente activa, porque los trabajadores informales e independientes se encuentran fuera.
Al 30 de junio del 2024, los afiliados menores a 45 años representaron aproximadamente el 60.00% del total de los afiliados al SDP. Esto indica que el grueso de la población afiliada es relativamente joven, siendo de 25-44 los rangos de edad con mayor concentración de afiliados (49.83%), según el boletín trimestral que emite la SIPEN.
La distribución de cotizantes por edad tiene un comportamiento similar, donde los rangos de edad 25-44 representan el 57.7% y la población menor a 45 un 68.0%. Se puede ver en ambos casos como el rango de edad con mayor proporción de afiliados y cotizantes se encuentra entre los 30 y 34 años de edad.