Resumen:
- Desde el 17 de marzo, en las Casas de Acogida del Ministerio de la Mujer se protegió a 494 personas: mujeres, niños y niñas.
- Dentro de las primeras tres semanas y media de confinamiento, la Procuraduría General de la República reportó más de 800 llamadas de denuncias de violencia.
- Para las mujeres de América Latina y el Caribe, la casa puede ser el lugar más inseguro.
Categoría: Desigualdades de género
Tema: Coronavirus
El Banco Mundial califica a América Latina entre las regiones más desiguales del mundo y en los países donde las desigualdades son más extremas, el proceso hacia la igualdad de género se hace más violento. Es por esto que —ante los índices de desigualdad y violencia de género— en República Dominicana se debe pensar la pandemia más allá de contar muertos, recuperados y contagiados. Lo clave es pensar en cuáles políticas de igualdad se necesitarán tomar luego de la crisis.
Para Zobeida Cepeda, oficial del programa Democracia y Ciudadanía de Oxfam República Dominicana, en este tipo de crisis donde lo más importante es defender la vida, hay que pensar en cómo las mujeres deben defender sus vidas en la cotidianidad.
“Esto debido al alto porcentaje de mujeres que mueren por temas vinculados a la mortalidad materna y muertes que pueden ser evitables. República Dominicana tiene una de las más altas tasas de feminicidios en la región y es el quinto país con mayor casos de feminicidios a nivel regional”, expresa la oficial.
Dificultades
Durante el encierro, hay más posibilidades de casos de violencia contra la mujer aunque estos no se documenten como es debido.
“Dentro de las primeras tres semanas y media de confinamiento, la Procuraduría General de la República reporta más de 800 llamadas de denuncias. Algunas vinculadas con violencia contra las mujeres, otras de [solicitud] información y han ocurrido cuatro feminicidios”, dice Cepeda.
De acuerdo a Cepeda, el hecho de que estas no se conozcan y que no se encuentren en la primera plana de los medios de comunicación no quiere decir que no ocurrieran. El acceso a la información tampoco es lo bastante claro.
Asegura que hay pocos datos sobre cuáles planes lleva el Ministerio de la Mujer para prestar sus servicios a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad y violencia durante la pandemia. “Algunas de las casas de acogida están cerradas, o los servicios no están operando de manera permanente. Si se creó un sistema para dar atenciones alternativas, como las llamadas a través de atención en línea, pero no es igual”, asegura Cepeda.
Mientras que, de acuerdo al Ministerio de la Mujer y su “Resumen de Datos Estadísticos en período de cuarentena” desde el 17 de marzo, en las Casas de Acogida se ha protegido a 494 personas: 195 mujeres y sus 299 hijos e hijas menores de 13 años, 189 niños y 110 niñas, el 94% de ellas de nacionalidad dominicana y el 6% extranjeras.
Durante ese mismo periodo, según el Resumen, la Línea Mujer *212, en coordinación con el Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 911, recibió mil 524 llamadas, de las cuales:
- 41.5%, fue para denunciar violencia física
- 15.6% denunció violencia psicológica
- 2.0% dijo haber sido violentada de manera verbal y un 0.1% violencia patrimonial.
- 40.9% llamó para solicitar algún tipo de información, relacionada a las ayudas económicas que ofrece el Gobierno en cuarentena, por lo que fueron referidas al Sistema Único de Beneficiarios.
Otro sector afectado por el COVID-19, es el de las trabajadoras domésticas ya que algunos empleadores optaron por suspender a sus empleadas dejándolas desprotegidas. Para estas mujeres que se ganan la vida en labores del hogar, el tener un sueldo o un trabajo, aunque sea informal, representa la única vía de empoderamiento económico.
Esta respuesta también deja dentro de la invisibilidad a otros sectores femeninos, como las mujeres con alguna condición de discapacidad, adultas mayores y las migrantes (en especial haitianas y venezolanas). De ahí la necesidad de que el próximo gobierno presente un presupuesto que contribuya a la igualdad en el disfrute de derechos entre mujeres y hombres.
Dependencia
Aunque un refrán dice que “la salvación es individual”, para Karina Batthyany, socióloga y secretaria ejecutiva de CLACSO Uruguay, esta situación de emergencia sanitaria nos muestra que todos somos interdependientes. En efecto, esa interdependencia afecta a los sectores más vulnerables de la sociedad, en especial el de los cuidados, donde se asigna mayor responsabilidad a las mujeres.
Las mujeres y las niñas contribuyen con el 73% del trabajo no remunerado y los hombres con el 27%. También representan mayoría entre quienes se ocupan de los cuidados remunerados.
Además, uno de los mayores impactos para el sector femenino lo constituye el cierre de los establecimientos educativos y de cuidado infantil. Ahora —con la primera fase de reapertura dispuesta desde el 20 de mayo— tanto padres como madres tuvieron que retornar a sus trabajos, pero los hijos siguen en las casas. Con esto, las madres, en especial, deben asumir el rol de maestras en sus hogares lo que aumenta todo ese trabajo de cuidado no remunerado.
De acuerdo a las últimas cifras de la Organización Internacional del Trabajo, casi 130 millones de mujeres trabajan de manera informal en América Latina y el Caribe. Esto representa casi la mitad de la población femenina de la región: una de cada dos está en el sector informal, lo cual implica inestabilidad laboral, bajos ingresos, falta de mecanismos de protección de la seguridad social, entre otros factores.
Otro dato es que el 40% de las mujeres empleadas en el sector formal trabajan en el comercio o en los servicios, sectores muy resentidos por el receso de la actividad económica. Por igual, en nuestra región, las mujeres constituyen la mitad del personal de la salud, un área declarada esencial en el marco de esta urgencia sanitaria.
Datos de la Organización Panamericana de la Salud, muestran que el 80% del cuidado de la salud de la población se hace en los hogares y lo hacen las mujeres de manera no remunerada. “Tenemos que pensar la superación de esta crisis fortaleciendo la cooperación internacional y la cooperación regional en América Latina y el Caribe”, aconseja Batthyany.
Para la experta, a pesar de que se cree que “la salvación es individual” ningún país se salvará solo.
Estos temas se trataron en el webinar sobre «Coronavirus y desigualdades preexistentes: Género y cuidados” organizado por PolétikaRD. Link al video completo en PolétikaRD.