- El país adoptó la ratificación del Convenio 189 en la OIT en 2013, pero no es hasta el 2022 “donde hay realmente una voluntad política en reivindicar al sector”.
- Desde el Ministerio de Trabajo se realizaron las resoluciones ministeriales para la regulación del trabajo doméstico, pero la anulación del Tribunal Constitucional cayó como balde de agua fría.
- La Asociación de Trabajadoras del Hogar de República Dominicana considera necesario tener la igualdad de condiciones de cualquier trabajador.
Categoría: Trabajo Decente
Tema: Trabajadoras del Hogar
Autora: Yadimir Crespo
“Deuda social” y “compromiso de nación”, con estas palabras es que Elena Pérez describe la realidad de las necesidades que tiene el sector de trabajadoras y trabajadores de hogar en República Dominicana, quienes “han estado totalmente en el abandono y excluidos de los derechos que tienen los demás grupos de trabajadores”.
Entre esos derechos menciona el acceso a la seguridad social y a pensiones, horarios de trabajo establecidos y contratos en los que se describan las funciones del empleado.
Elena es hija y nieta de dos trabajadoras domésticas. Ella, quien también ejerció ese oficio, vio cómo su abuela falleció en una cama por una degeneración genética a causa de la edad, sin el apoyo ni la preocupación del Estado o de su empleador, luego de trabajar medio siglo en una casa de familia.
Dice que es muy duro llegar a la vejez en este sector, junto a las complicaciones de salud que acarrea el paso de los años, y que no te corresponda absolutamente nada. Eso lo vivió con su abuela, quien no obtuvo siquiera un “gracias” a falta de la liquidación que tampoco recibió y que tuvo que recurrir a sus parientes para solventar los gastos de su enfermedad.
Hoy en día, Elena es la secretaria general de la Asociación de Trabajadoras del Hogar de República Dominicana y demanda la regulación del trabajo doméstico remunerado, garantizando el establecimiento de una jornada laboral, el acceso a la seguridad social y la eliminación del pago en especie, entre otras cosas.
Para ella este no es un tema inalcanzable, ya que se trata de un tema de igualdad de derechos para el sector, sobre el cual profundiza en la siguiente entrevista:
¿Cuál es la realidad actual de la trabajadora doméstica dominicana?
La realidad del trabajo del hogar en la República Dominicana es que cuenta con salarios realmente muy bajos. Según un estudio que realizó el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) el salario oscila entre 8,000 y 9,000 pesos mensuales promedio, pero sin contar con las que trabajan con dormida.
Las largas horas de trabajo que realizan, levantarse a las 5:00 de la mañana y puede ser que 10, 11 o 12 de la noche todavía no hayan terminado su jornada, duplican quizás lo que trabajaría un trabajador normal (8 horas). Una trabajadora del hogar puede trabajar hasta 16 horas diarias dentro de un hogar, hablo de las que tienen dormida.
También el tema del acceso a la Seguridad Social, hay muy poco acceso. Según un estudio del mismo MEPyD, solamente un 3% tiene acceso a la Seguridad Social, las demás se encuentran en total abandono.
La ley de seguridad social habla de ser integrales y que es para todas y todos los dominicanos; sin embargo, como sector todavía seguimos excluidas de un derecho que le corresponde a todo ser humano, que es la cobertura de salud o de riesgos laborales y la garantía de pensiones.
Para esta nueva gestión presidencial, Luis Abinader prometió una reforma laboral en la que se les tome en cuenta y se les garantice lo estipulado en el Convenio 189 de la OIT, ¿cuáles son sus expectativas?
Para nosotros enhorabuena que desde el Estado dominicano se tome en cuenta el sector. Quizá no tiene todo lo que habla específicamente el convenio, pero creo que es un gran avance contar hoy en día con un salario mínimo establecido, estamos en el camino para seguir en las conversaciones, diálogos y discusiones para llegar a un salario digno y decente para la trabajadora del hogar.
Que podamos tener salario, que podamos tener horario, que podamos tener protección y acceso a la Seguridad Social, para nosotros son muy buenas noticias. El sector se encontraba totalmente desamparado en lo que establece en la actualidad el Código de Trabajo. Es incluso violatorio a sus propios principios porque discrimina de los demás grupos de trabajadores. Tiene solo esos acápites especiales donde habla de que el 50% del salario de una trabajadora corresponde a alojamiento y alimentación de calidad corriente. Para nosotros, cambiar esos términos es de suma relevancia.
¿Hay algo del Convenio 189 de la OIT que el gobierno no contemple en esas conversaciones y la reforma?
El Convenio 189 tiene la particularidad de que le permite a los Estados poder implementarlo de manera paulatina.
El Estado dominicano puede decir: ‘en el primer año voy a establecer salario, en el segundo año voy a establecer Seguridad Social, en el tercer año voy a establecer el tema del contrato de trabajo o la jornada, esa es quizás una ventaja que tiene este convenio. Además, te permite adecuarlo a la legislación nacional.
Mediante la Resolución 11-2022 del Comité Nacional de Salarios se estipuló que el salario mínimo que menciona sería de 10,000 pesos mensuales. Teniendo en cuenta las cifras que mencionaba del MEPyD, ¿les parece justo?
A nosotros nos parece muy bajo todavía, pero debemos reconocer algo. En el 2015 hicimos un estudio en el Gran Santo Domingo y Santiago, en colaboración con el Departamento de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), el cual arrojó que el salario que devengaban las trabajadoras en ese momento era entre 3,000 y 6,000 pesos, o sea, era sumamente bajo.
(…) Para nosotros todavía no es justo porque creemos que todavía se puede alcanzar más y lograr más, pero el Comité de Salarios tiene su propio mecanismo y este año nuevamente vamos a solicitarles un aumento de ese mínimo como corresponde, como lo establece la ley y como lo hacen otros grupos de trabajadores que cada dos años hacen una solicitud al Ministerio de Trabajo para pedir el aumento de este mínimo salarial.
Consideramos que todavía no es suficiente y no será suficiente en una sociedad que tiene un alto costo de la vida y que en la mayoría de los hogares son las mujeres quienes son jefas de familia.
En junio de 2023, el Tribunal Constitucional anuló la resolución número 14-2022, “sobre adopción y armonización de medidas atinentes al mejoramiento del cumplimiento del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”, emitida por el Ministerio de Trabajo el 25 de agosto de 2022 para regular el oficio de las trabajadoras domésticas. ¿Cómo recibieron esta noticia?
Mediante un proceso de lucha e incidencia, las organizaciones que nos dedicamos a la defensa de los derechos laborales de las trabajadoras del hogar hicimos que desde el Poder Ejecutivo se comprometieran a un compromiso de nación.
Es un compromiso de nación, ya que el país adoptó la ratificación del Convenio 189 en la OIT, que es el convenio que habla sobre trabajo decente para las y los trabajadores domésticos, el cual desde el 2013 estaba ratificado y no es hasta el 2022 donde hay realmente una voluntad política, un interés real en reivindicar al sector.
Desde el Ministerio de Trabajo se realizaron las resoluciones ministeriales, las cuales, como tú decías, cayeron como un balde de agua fría cuando el Tribunal Constitucional hace esta sentencia.
Pero debo decir que dentro de esa sentencia hay un voto salvado por uno de los magistrados donde da la orientación y se abre una brecha de oportunidad, donde dice: ‘no, no es desde el ministerio que se deben de hacer estas modificaciones directamente, aunque es el ente regulador de trabajo; pero debe venir desde el legislador, que modifique lo que es la ley y así el mismo pueda ser efectivo.
¿Y cómo fue la experiencia con el plan piloto de regulación del trabajo doméstico antes de que fuera anulado?
En la elaboración del plan piloto se trabajó de manera tripartita, no solamente participamos nosotros como organización, sino que también participó la Asociación de Amas de Casa en representación de los empleadores y el Ministerio de Trabajo como gobierno.
Tuvimos participación para consulta de qué cosas debía de incluir el tema del registro al Ministerio de Trabajo y parte de las propuestas que hacíamos era que hubiera ese enlace entre el Ministerio de Trabajo y la Seguridad Social con el que el empleador no tuviera que hacer esa doble registración, que consistía en que primero tiene que ir al Ministerio a tener un registro y luego tiene que ir a hacer un segundo registro a la Seguridad Social.
Claro, después de la sentencia del Tribunal se tuvo que detener todo ese proceso.
Pero la sentencia del Tribunal, con el voto salvado, no es totalmente negativa, sino que nos da una oportunidad de poder ir con los legisladores y esperemos que ahora, en este nuevo cuatrienio, podamos lograr tener una ley que realmente proteja a las trabajadoras.
Elena, si tuviera la oportunidad de en este momento sentarse en una comida con el presidente Luis Abinader para conversar sobre estos temas, ¿qué le diría, qué le pediría?
Yo le pediría al presidente el reconocimiento, la equiparación de derechos para las trabajadoras del hogar.
Mi gran sueño es que ellas puedan contar con seguridad social, con un mejor salario, que puedan también contar con un horario establecido y que puedan contar con un trabajo por escrito.
Poder tener igualdad de derechos pareciera como una utopía, pero realmente no. Es necesario para el sector poder tener esa igualdad de condiciones que cualquier trabajador.
¿Hay algo más que quisiera demandar o mencionar?
Quisiera hacer un llamado a las trabajadoras del hogar, decirles que deben de tener igualdad de condiciones e invitarlas a que se acerquen a la organización. Pueden venir y conversar con nosotras; pueden afiliarse, nosotras, somos también parte de las centrales sindicales con la Confederación Nacional de Unidad Sindical.
Estamos en el edificio de las centrales sindicales, estamos a la orden para cualquier cosa que ellas necesiten, cualquier orientación. Que se acerquen, que se organicen, eso les da poder. Aprender cuáles son sus derechos y saber cómo reclamarlos también es importante.